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"La televisión pública no puede seguir estando en manos de quien está"

Ignacio Gómez-Acebo era, hasta marzo del año pasado, el número dos de la televisión pública española. Hasta que recibió la llamada del entonces director de TVE, José Ramón Díez, un hombre de confianza del presidente: "Te llamo para comunicarte tu cese". Lo pusieron a hacer labores de producción, entre ellas llevar botellas de agua a los presentadores de un programa deportivo. Ha presentado una demanda contra TVE y la cúpula directiva, incluyendo al presidente Sánchez, por acoso laboral, vejaciones, atentado contra la propia imagen y reputación profesional, entre otras cosas. Un mes después, TVE le ha abierto un expediente por falta muy grave en un enfrentamiento con su inmediato superior.

¿En qué ha consistido ese acoso que denuncia?

Bueno, desde el principio [de la llegada del actual presidente, José Antonio Sánchez] lo que yo decía no gustaba. Yo pedía información independiente, que los telediarios tenían que atender intereses de todos los ciudadanos, que no podíamos elegir a las productoras por su inclinación ideológica... Hay un antes y un después con la gestión de Sánchez. Básicamente, la presión ahora se hace directamente a los directores, por eso se traen a gente cercana. Y luego cuando me cesan, me ponen en un puesto que no es acorde con mi experiencia.

¿Qué funciones le encargan tras ser cesado como número 2?

Me meten en el programa Conexión Teledeporte como productor, en un programa que casi no tiene producción. Mi labor antes de que yo llegara la hacía un ayudante. Me dejan solo y casi sin ocupación. Hasta que me cesaron me encargaba de la programación de todas las cadenas excepto del 24 Horas. Decidía la subvención al cine, los prime time, cuánto duraba el telediario... También organicé la cobertura de los Juegos Olímpicos de Río de este año. Cuando empieza el verdadero divorcio es cuando reclamo un puesto más acorde con mi experiencia. Mi jefe era una persona que yo había nombrado y con quien me enfrenté luego. Lo entiendo porque al final el miedo funciona.

¿Hay miedo en TVE?

Mucho. A perder el estatus, a que pase lo que me ha pasado a mí, tienen sus familias... Al final no estás bien pero ganas suficiente, y si a los jefes no les gusta lo que haces, ponen a otro en tu lugar sin más. Para mí, es muy drama porque pierdes el pulso profesional y te acomodas. Pero yo no soy ningún héroe, es más héroe el que está allí todo el día.

 

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