Los Consejos de Informativos de RTVE nos dirigimos a las Cortes Generales, como representantes del pueblo, para pedir den los pasos oportunos para reactivar y concluir de forma ya urgente el Concurso Público que debe elegir a los miembros del Consejo de Administración de la Corporación RTVE y a su Presidencia, tal y como indica la Ley que esas mismas Cámaras aprobaron hace ya más de tres años.
La extremada dilación en el tiempo del proceso que abrió la ley de 2017 – cuyo título es “para recuperar la independencia de la Corporación RTVE y el pluralismo en la elección parlamentaria de sus órganos”- ha provocado una situación inédita en esta Corporación pública. Es inaudito que esta empresa de titularidad estatal, que tiene encomendada por la Constitución Española el acceso “de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad”, siga gobernada desde hace más de dos años por una Administradora provisional única ajena a cualquier tipo de control interno, debido a la ausencia de un Consejo de Administración.
Es igualmente asombroso que, en todo este tiempo, ninguno de los grandes partidos políticos que aceptaron en 2017 reformar la Ley de la radio y la televisión de titularidad estatal, haya actuado conforme a esa decisión, dejando languidecer un proceso que debía revitalizar y democratizar la gobernanza de la Corporación pública.
Y es preocupante que en este periodo de interinidad al que han condenado a esta empresa propiedad de todos los españoles, los responsables provisionales hayan tomado decisiones de profundo calado en la estructura organizativa y en la programación sin el necesario debate y contrapeso.
Debemos recordar que RTVE es un bien público, una empresa propiedad de todos los españoles. Es una compañía en la que más de 6.000 personas trabajan cada día. Los trabajadores de esta empresa queremos cumplir con el mandato constitucional de ofrecer a nuestros conciudadanos información y programas de calidad, plurales y diversos.
Queremos hacerlo en un marco de estabilidad organizativa que, además, debe contar con los medios y la financiación suficiente, con un plan integral de digitalización y formación. Rejuvenecer la audiencia que nos ve y nos oye requiere adaptarse a un mundo tecnológicamente en constante cambio. Por eso, no estamos dispuestos a consentir que, junto al Concurso Público, agonice también un gran medio de comunicación y con ello el papel del servicio público en esta democracia, lo que degradaría profundamente su calidad, con trascendentales consecuencias que se podrían deplorar durante décadas.